Azul silente. Rojo carmesí.
Acunaré tu llanto.
Desandaré mi voz sin ocultar mi devoción
por esa nube blanca
¿o es espuma?
Y aunque todo sea atardecer que se deshoja
o beso pendiente,
seré incapaz de arrancar estrellas de tu cielo, o de herir
tu fragor distante.
Marta Molina Naranjo